Que nadie ponga en duda de qué lado estoy. Lo que leereis a continuación es el boceto (existen muchísimas matizaciones) de la reflexión de alguien que cree en el Estado de Derecho, en la democracia y en la capacidad del ser humano para alcanzar acuerdos sin llegar a matarse. Sé quienes son los buenos y quienes son los malos y me parece increíble que sienta que tengo que dejar esto bien claro antes de empezar mi explicación.
Evidentemente los intereses de los terroristas y los del Estado están enfrentados. Los terroristas consideran que sus intereses políticos se defienden matando y el Estado tiene un lógico interés en que eso no sea así.
Cuando existen intereses enfrentados existen dos posibilidades de resolución: o la confrontación, en la que ambas partes miden sus fuerzas con el propósito de rendir a la parte contraria; o la negociación, en la que los contendientes consideran que es imposible conseguir todos sus objetivos y optan por intentar perder lo menos posible.
Se podría considerar que los terroristas sólo son unos delincuentes y que el Estado debería, simplemente, tratar de rendirlos. Correcto, pero son unos delincuentes con ciertas particularidades, entre las que está un apoyo político y social de una parte importante de la ciudadanía del país que dicen defender. El Estado debería rendir, por tanto, a toda esa ciudadanía para asegurarse de que no resurja el problema. Negar esto sería tanto como equivocarse de problema. Por otra parte sólo en la mente enferma de un terrorista puede cobrar forma la idea de que conseguirán rendir al Estado (a pesar de que esta misma expresión la usó algún dirigente político del que hablaré otro día).
En mi opinión, en el momento actual, ambas partes, Estado y ETA, habrían llegado a la conclusión de que la confrontación no llevará a ninguno a la victoria total. Es, en consecuencia, momento de negociación.
Nadie se presta a una negociación para ser vencido, debemos entender que ETA quiere algo. En su comunicado pone una serie de condiciones que son inaceptables, pero no innegociables. Yo mismo he empezado varias negociaciones a sabiendas de que lo que pedía era imposible, pero es que la primera fase de la negociación está dirigida a tus aliados, no a tus oponentes, tus representados deben sentir que realmente los representas en sus pretensiones porque sino no asumirán el acuerdo. Después, si lo que se pone encima de la mesa no es asumible, se debe tratar, con la fuerza de la palabra, encontrar algo que sí lo sea. La cuestión es ¿dónde ponemos el límite?¿en la Constitución?¿en lo que opinen las víctimas? En principio, repito, en principio, sólo en el abandono de las armas.
Como demócratas sabemos que cualquier cosa es defendible con la palabra, incluso la modificación de la Constitución (la mayoría de españoles verían con buenos ojos que se aboliera la Ley Sálica), la Autodeterminación (derecho que recoge la Carta de Naciones Unidas) o el perdón de los verdugos (como se hizo en la transición a la democracia).
El caso es que, según avance la negociación y las armas permanezcan calladas, el apoyo social que ETA pueda tener en el País Vasco se irá diluyendo y será cada vez más débil, lo cual fortalecerá la postura del Estado, acallará la sed de venganza, las cesiones parecerán menos y las ventajas más. No es que la negociación vaya a ser larga, es que DEBE ser larga. Cualquier precipitación dará al traste con el proceso. El horizonte está más allá del calendario electoral.
Evidentemente los intereses de los terroristas y los del Estado están enfrentados. Los terroristas consideran que sus intereses políticos se defienden matando y el Estado tiene un lógico interés en que eso no sea así.
Cuando existen intereses enfrentados existen dos posibilidades de resolución: o la confrontación, en la que ambas partes miden sus fuerzas con el propósito de rendir a la parte contraria; o la negociación, en la que los contendientes consideran que es imposible conseguir todos sus objetivos y optan por intentar perder lo menos posible.
Se podría considerar que los terroristas sólo son unos delincuentes y que el Estado debería, simplemente, tratar de rendirlos. Correcto, pero son unos delincuentes con ciertas particularidades, entre las que está un apoyo político y social de una parte importante de la ciudadanía del país que dicen defender. El Estado debería rendir, por tanto, a toda esa ciudadanía para asegurarse de que no resurja el problema. Negar esto sería tanto como equivocarse de problema. Por otra parte sólo en la mente enferma de un terrorista puede cobrar forma la idea de que conseguirán rendir al Estado (a pesar de que esta misma expresión la usó algún dirigente político del que hablaré otro día).
En mi opinión, en el momento actual, ambas partes, Estado y ETA, habrían llegado a la conclusión de que la confrontación no llevará a ninguno a la victoria total. Es, en consecuencia, momento de negociación.
Nadie se presta a una negociación para ser vencido, debemos entender que ETA quiere algo. En su comunicado pone una serie de condiciones que son inaceptables, pero no innegociables. Yo mismo he empezado varias negociaciones a sabiendas de que lo que pedía era imposible, pero es que la primera fase de la negociación está dirigida a tus aliados, no a tus oponentes, tus representados deben sentir que realmente los representas en sus pretensiones porque sino no asumirán el acuerdo. Después, si lo que se pone encima de la mesa no es asumible, se debe tratar, con la fuerza de la palabra, encontrar algo que sí lo sea. La cuestión es ¿dónde ponemos el límite?¿en la Constitución?¿en lo que opinen las víctimas? En principio, repito, en principio, sólo en el abandono de las armas.
Como demócratas sabemos que cualquier cosa es defendible con la palabra, incluso la modificación de la Constitución (la mayoría de españoles verían con buenos ojos que se aboliera la Ley Sálica), la Autodeterminación (derecho que recoge la Carta de Naciones Unidas) o el perdón de los verdugos (como se hizo en la transición a la democracia).
El caso es que, según avance la negociación y las armas permanezcan calladas, el apoyo social que ETA pueda tener en el País Vasco se irá diluyendo y será cada vez más débil, lo cual fortalecerá la postura del Estado, acallará la sed de venganza, las cesiones parecerán menos y las ventajas más. No es que la negociación vaya a ser larga, es que DEBE ser larga. Cualquier precipitación dará al traste con el proceso. El horizonte está más allá del calendario electoral.
7 comentarios:
Mesuradamente agudo y pedágógico como siempre, bemquerido Verme.
No envidio a Zapatero, lo tiene marrón,tope chunguillo. Cae de cajón que el Gobierno lleva tiempo negociando directa o indirectamente con ETA; las declaraciones de Zapatero hace más de dos meses o las sucesivas de Peces Barba, Rubalcaba, Bono, Blanco, Josu Jon Imaz...indican que se esperaba el comunicado;
todos lo esperábamos, no?.
Hay algo que me dice que el Gobierno esperaba un comunicado más comprometido con el fin de la violencia y es que todos los arriba nombrados hablaron en su momento de que ETA dejase de extorsionar, además de disparar o poner bombas, como paso ineludible para establecer negociaciones; me olvidaba de Fernández de la Vega,también iba por ahí sólo hace tres días. Está por ver que ETA renuncie a su impuesto revolucionario, aspecto exigido por todas las personas citadas en consonancia con la resolución del parlamento español de hace casi un año. Creo que Zapatero y el PSOE esperaban otro tipo de comunicado...de todas maneras el primer paso público está dado.
Que san Judas Tadeo reparta suerte.
La extorsión y la kale borroca también deben cesar, evidentemente. Es a este tipo de matices a los que me refería al principio del post.
Hay una cosa que me ha puesto en guardia, "hay confrontación". Y es que es el principio. No la hay, solo matn ellos, secuestran ellos, piden impuesto revolucionario ellos, ponen bombas ellos... Ojo, creo que debemos ser más exigentes en el buen sentido de la palabra. Si solo ellos se han salido del autopista, pues ellos deberán entrar, los demás hemos hecho uso de nuestra libertad, malconviviendo con ellos. Que cualquier reclamación es legítima, pues sí, pero con la palabra. Por tanto, si no hay confrontación ni guerra, ni nada que se le parezca, ya saben lo que tienen que ir haciendo, y cuanto antes mejor.
DECLARACION DE INTENCIONES
No sabeis lo que me alegraría de verdad que mi tierra estuviera libre de toda esta tortura, por mí, pero sobre todo por mis hijos
El inicio era un poco ¿amenazante? "Que nadie se atreva a poner en duda"¡Que fuerte mami! Ninguno dudamos de ti, solo discrepamos contigo porque pareces buena gente.
Capi, lamento que el principio te parezca amenazante, pero imagina como me puedo sentir cuando, cada vez que intento explicar mi punto de vista a gente de tu partido, se me tache INVARIABLEMENTE de filoterrorista. Eso es un insulto. Seguramente tienes razón y ese comienzo sobraba, pero es que he llegado a desarrollarlo como muletilla por el hartazgo que me provoca que la mayoría de la gente del PP que conozco acabe por insultarme cuando hablamos del tema (el estilo Zaplana cala). Pido perdón, no era mi intención que nadie se sintiera amenazado.
Otra cosa, en cuanto a lo de la confrontación, de lo que se trata es de que vuelvan a la autopista. Ya he dicho que la tentación de tratarlos como si fueran delincuentes comunes es muy fuerte, pero precisamente es que no lo son. Por eso existe una ley antiterrorista y grupos especiales de lucha antiterrorista y Batasuna está ilegalizada y se modifican la jurisprudencia para que cumplan las condenas integramente y... El problema es especial, y según yo lo entiendo, requiere medidas específicas. Siempre las ha requerido y así se refleja en la actuación del Estado cuando se ha enfrentado a ellos bajo cualquier forma de actuación.
Creo que lo de partidos, siendo yo vasco y eltema el que es , sin más, sobra, pero no por seguridad sino porque no es lo mismo ser del PP Y PSE-PSOE, aquí que allá y yo no te he tratado de filoterrorista ni ninguno de los que pasamos como caminantes por la vida por aquí.
No he dicho que tú me trataras de filoterrorista, capi, lee bien. He dicho que eso me pasa siempre que hablo de esto con gente del PP, contigo aún no he hablado, pero es cierto que me pongo en guardia. Ya he pedido perdón y ya he quitado del post lo de "que nadie se atreva". Lo de los partidos, siendo el tema que es, no sobra.
El que seas vasco sólo me hace admirarte por tu valentía y por la defensa de tus ideas en un entorno más difícil del que yo pueda siquiera imaginar. En serio.
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