09 maio 2006

Dos más dos, otros dos.

La política es una ciencia.
O mejor dicho, era. Hoy se ha convertido en un perverso ejercicio de cinismo en donde todo vale si se adorna de la dialéctica adecuada. De hecho, si siguiera siendo una ciencia, la mayoría de los políticos se quedarían sin discurso por el simple hecho de que éste está, la mayor parte de las veces, construído sobre premisas falsas. Pero es que partiendo de falsedades es fácil edificar todo un razonamiento con la apariencia de científico e incluso que parezca que tiene cierta cohesión. Es fácil demostrar que 2+2=5 si primero enunciamos una verdad que todo el mundo reconoce como tal, o sea que 2+2=4, y luego consideramos como válida la ecuación x+4=x+5. Después no hace falta nada más que contar con la colaboración de los malos periodistas bien pagados, que lo están porque sólo se fijan en lo anecdótico en vez de ir al fondo del asunto.
El periodismo también es una ciencia. Ficción.

Ejercicio práctico: Si cogemos dos trozos de cuerda con dos nudos cada uno y los unimos entre sí ¿Cuántos nudos tendrá la cuerda que nos resulte? ¿2+2=?

2 comentarios:

Anónimo dixo...

Pues 5 nudos ¿no?

capi dixo...

Yo que se un poco de esto, tediré que también está chupado demostrar que alguien miente y sin periodistas pagados.