Desde que George Bush padre proclamara la llegada de un nuevo orden internacional liderado por los USA tras la caída del muro de Berlín, se puede decir que la política exterior norteamericana ha dejado de existir, y todas las decisiones se toman en clave de política interna en pos de la gobernabilidad y democratización del mundo.
Así pues las relaciones internacionales de los USA desaparecen para dejar paso a políticas internas "mundializadas", con decisiones tomadas a la americana, con el fin de que el gobierno mundial resida en la única superpotencia existente. Como con cualquier gobierno, ése hipotético Gobierno Mundial sería el detentor de la violencia legítima, y así debe ser reconocido por todos sus gobernados (es decir por el resto del mundo) para que funcione como tal gobierno. Y ahí es donde está el fallo.
Estados Unidos tiene la "potestas" pero le falta la "autoritas" simplemente porque no se puede gobernar un mundo multilateral desde una posición unilateral. Y ante eso no hay ni libertad ni democracia que se puedan exportar.
Así pues las relaciones internacionales de los USA desaparecen para dejar paso a políticas internas "mundializadas", con decisiones tomadas a la americana, con el fin de que el gobierno mundial resida en la única superpotencia existente. Como con cualquier gobierno, ése hipotético Gobierno Mundial sería el detentor de la violencia legítima, y así debe ser reconocido por todos sus gobernados (es decir por el resto del mundo) para que funcione como tal gobierno. Y ahí es donde está el fallo.
Estados Unidos tiene la "potestas" pero le falta la "autoritas" simplemente porque no se puede gobernar un mundo multilateral desde una posición unilateral. Y ante eso no hay ni libertad ni democracia que se puedan exportar.